jueves, 22 de diciembre de 2011

Los clavos


Érase una vez un chico con muy mal carácter. Su padre le dió un saco de clavos y le dijo que clavara uno en la verja del jardín cada vez que perdiera la paciencia o se enfadara con alguien. 
El primer día clavó 37 clavos. Durante las semanas siguientes se concentró en controlarse y día a día disminuyó la cantidad de clavos nuevos en la verja. Había descubierto que era más fácil controlarse que clavar clavos.
Finalmente llegó un día en el que ya no clavaba ningún nuevo clavo. Entonces fué a ver a su padre para explicárselo
Su padre le dijo que era el momento de quitar un clavo por cada día que no perdiera la paciencia. Los días pasaron y finalmente el chico pudo decir a su padre que había quitado todos los clavos de la verja. 
El padre condujo a su hijo hasta la verja y le dijo: « Hijo mío, te has comportado muy bien, pero mira todos los agujeros que han quedado en la verja ». 
Ya nunca será como antes. 
Cuando discutes con alguien y le dices cualquier cosa ofensiva le dejas una herida como ésta. Una herida provocada con la palabra hace tanto daño como una herida física. 
Enseña a todos cuánto les quieres, y evita herirlos imprudentemente.

4 comentarios:

  1. Elena.......ya pronto estoy lista con mi Blog que me ha tomado casi un año!!!! jejejejejeje hermosa, tu si que eres alguien para no olvidar NUNCA!!!! besos Expositoshermosos!!!!

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  2. Gracias por tus palabras Nidia. Estoy deseando seguir tu blog!! Me encanta saber q cosas de las q publico os gustan para seguir enfocada en ese camino!! Has visto q subi tu receta deliciisa del Crazy Cake? Nunca falta en nuestros cumpleaños!!!

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  3. Muybuena la receta jajajaja ,y muy buena enseňanza como de costumbre elena consigues hacernos grandes principios que a veces se nos olvidan MUCHAS GRACIAS WAPA jeru

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