Un labrador anciano tenía varios hijos jóvenes que se llevaban mal entre sí, peleaban contantemente.
Uno tras otro todos se esforzaron para lograrlo, pero ninguno pudo conseguirlo.
Entonces el padre desató el haz y tomando las varas una a una les mostró cuán fácilmente se partían, y enseguida les dijo:
-De esta manera, hijos míos, si estáis todos unidos nadie podrá venceros; pero si estáis divididos y enemistados el primero que quiera haceros mal os perderá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario