La fortaleza de un hombre no está en el ancho de sus hombros..
está en el tamaño de sus brazos cuando abrazan.
La fortaleza de un hombre no está en lo profundo del tono de su voz...
está en la gentileza que usa en sus palabras.
La fortaleza de un hombre no está en la cantidad de amigos que tiene...
está en lo buen amigo que se vuelve de sus hijo.
La fortaleza de un hombre no está en como lo respetan en su trabajo...
está en como es respetado en casa.
La fortaleza de un hombre no está en su cabello o su pecho...
está en su corazón.
La fortaleza de un hombre no está en lo duro que puede golpear...
está en lo cuidadoso de sus caricias.
La fortaleza de un hombre no está en las mujeres que ha amado...
está en poder ser verdaderamente de una mujer.
La fortaleza de un hombre no está en el peso que pueda levantar...
está en las cargas que pueda llevar a cuestas.
La fortaleza de un hombre no está en lo erguido de su apariencia
está al arrodillarse en humilde oración.
….Por lo tanto, ¿qué clase de hombres habéis de ser? En verdad os digo, aun como yo soy (3 Nefi 27:27)
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